viernes, 2 de noviembre de 2007

¿Mano dura o vida, desarrollo y paz?

¿Cuál de estos dos mensajes te gusta más? Guatemala decidirá en 48 horas si prefiere al "candidato naranja" del PP centroamericano, el Patido Patriota, o al "hombre de verde" de la Unión Nacional de la Esperanza (UNE).

El general del puño de acero

Aunque hace tiempo ya que dejó la vida castrense, el título de general precede a toda mención a Otto Pérez Molina, y parece que él se siente bastante cómodo en el papel. El nombre de su partido, el Partido Patriota, y el mensaje de su campaña, "con mano dura", dicen mucho de las intenciones del candidato del puño de hierro.


Las encuestas le dan la victoria a dos días de los comicios

Su mensaje de tolerancia cero hacia la delincuencia ha marcado profundamente a la sociedad de uno de los países más inseguros de América Latina, que todavía hoy sigue recuperándose de las heridas del conflicto armado que terminó en 1996. Precisamente los recuerdos de la guerra han enturbiado la campaña de Pérez Molina, acusado por varias asociaciones de víctimas y por la propia oposición de haber estado detrás de asesinatos y desapariciones durante la contienda civil que se prolongó 36 años.


Aunque la prensa nacional e internacional vaticinan un empate técnico entre los dos candidatos, lo cierto es que las últimas encuestas hechas en el país revelan que el ex general aventaja a su rival en cinco puntos a apenas dos días de los comicios.

El burgués del pueblo

Algunos piensan que Álvaro Colom representa la izquierda guatemalteca... y quizá tengan razón. La Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, no consiguió convencer al sector más progresista de la sociedad con su alianza con Encuentro por Guatemala, un partido muy relacionado con la clase empresarial del país. La líder maya también ha sido muy criticada por su afán de protagonismo. Muchos piensan que Menchú prefirió dejarse agasajar con la intelectualidad europea y estadounidense antes que reunirse con los colectivos de indígenas que, en un primer momento, vieron en ella una salida del subdesarrollo y marginación en el que viven inmersos. Su candidatura sufrió un descalabro en las comicios del 9 de septiembre, rompiendo con el sueño de ver a una presidenta mujer e indígena en un país en el que este dualismo se convierte en un estigma.


El mensaje de Colom es más pacificador que el de su rival

Esto ha dejado el camino libre al social demócrata Colom para hacerse con el electorado más moderado del país, que aspira de nuevo a la presidencia tras ser derrotado en el 2003 por el actual presidente, Oscar Berger.

Su mensaje, más conciliador que el de su contrincante, defiende por encima de todo la lucha contra la pobreza que afecta a más de la mitad de la población, un mensaje con cierto aroma a izquierda que compatibiliza con un apellido con pedigree que le alinea con las élites guatemaltecas.

Guatemala vota de nuevo

La primera votación, no sólo allanó el camino al sillón presidencial a Pérez Molina y a Colom, sino que definió los colores de la Cámara de Diputados. Como ya se veía venir, el UNE logró 51 escaños. Le siguió la Gran Alianza Nacional (Gana), que consiguió sentar a 37 diputados en el Congreso, y el Partido Patriota, que se convirtió en la tercera fuerza con 29 escaños.


El resultado más sangrante fue el cuarto puesto obtenido por el Frente Republicano (FRG) del viejo general Efraín Ríos Montt, que sigue contando con el apoyo popular - ha conseguido 14 actas- a pesar de las torturas y genocio cometidos bajo su mandato y el proceso iniciado por la jusiticia española contra él por ordenar la quema de la embajada en 1980.


El domingo le toca el turno al poder ejecutivo. La suerte está echada en la campaña que tiene el dudoso honor de ser la más sangrienta del país, con cincuenta asesinatos. El hecho de que la primera votación le concediera una holgada ventaja al líder de la UNE no es decisivo en un país en que la palabra final siempre la ha tenido el electorado de la capital, que se inclina más por la mano dura de Otto Pérez.

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