lunes, 12 de noviembre de 2007

Democracia Nacional va de víctima

Definitivamente ha sido un día para Democracia Nacional (DN). Tan agitado que la directiva del partido ha decidido emprender acciones legales contra el presidente del Movimiento Contra la Intolerancia (MCI), Esteban Ibarra. Le acusan de realizar "declaraciones injuriosas" contra la formación política que convocó ayer una manifestación de rechazo a los inmigrantes, y que se saldó con la muerte de un joven antifascista.

Ibarra ha condenado lo sucedido y ha pedido que se prohiban las dos manifestaciones -una de ellas para conmemorar la muerte de Franco- convocadas por partidos de extrema derecha para el próximo fin de semana. Pero lo que de verdad ha molestado a Democracia Nacional son las acusaciones de la ONG, que vinculan
el asesinato del menor madrileño con la manifestación.

El próximo domingo tendrá lugar una manifestación parecida a la de ayer

Su cabreo es notable. Tanto es así que, en un comunicado publicado en su página, aseguran que las afirmaciones del activista contra la intolerancia son "delirantes y propias de un enfermo mental". Para el partido que se autodenomina "nacionalista español", no hubo enfrentamiento alguno durante la marcha. Al contrario, de acuerdo con su versión , los vecinos "manifestaban su apoyo desde balcones y ventanas con aplausos y vivas". La directiva de DN defiende a capa y espada que los únicos incidentes se produjeron entre "los violentos manifestantes de la ultraizquierda, es decir del mismo sector ideológico de Esteban Ibarra, y la policía nacional que se ha visto agredida y totalmente desbordada".

El punto de vista del Movimiento Contra la Intolerancia es radicalmente distinto. Según Ibarra los enfrentamientos comenzaron cuando los manifestantes insultaron tanto a vecinos de Usera como a inmigrantes, y culminaron "con la reyerta del metro de Legazpi".

Racismo autorizado

El Movimiento Contra la Intolerancia critica que las autoridades permitan "manifestaciones que son descaradamentexenófobas". Una reclamación que ya cuenta con respuesta institucional, la del propio ministro del Interior: "la ley es la ley". Se puede decir más alto pero no más claro. Alfredo Pérez Rubalcaba defiende el derecho de todo ciudadano a manifestarse, aunque "a uno le pueden gustar unas manifestaciones más que otras". Ante todo, el titular de Interior recuerda que Democracia Nacional es "un partido legal" y que la manifestación está autorizada.

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