La manifestación de agricultores y ganaderos programada para este jueves podría ser desconvocada formalmente en unas horas. Las tres principales agrupaciones agrarias españolas (COAG, ASAJA y UPA) se reunen esta tarde para decidir si le brindan una oportunidad a la negociación con el gobierno.
El gesto de retirada se produce tras la oferta del Ministerio de Agricultura de poner en marcha una serie de medidas para mitigar el efecto devastador que tiene sobre el sector el aumento de los costes de producción.
El pasado jueves de madrugada, el secretario general de Agricultura, Josep Puxeu, firmó un preacuerdo con las asociaciones agrarias. El documento se centraba especialmente en los sectores ovino y caprino.
El gobierno tenderá la mano a un colectivo al borde del colapso por el aumento del coste del pienso y el azote de la lengua azul y la contrapartida que espera es la desconvocatoria de la manifestación. Todo parece indicar que ovejas, cabras, tractores y demás folclore característico de este tipo de movilizaciones se quedarán en casa esta vez.
Entre las medidas proyectadas se encuentra el compromiso de destinar ayudas por valor de 300 millones de euros en cinco años. El manifiesto de intenciones también incluye la reducción de módulos fiscales a los ganaderos, el acceso a créditos con avales aportados por los gobiernos regionales o por el Estado, y el pago de 96 euros en caso de muerte de animal por lengua azul.
COAG, ASAJA y UPA reclamaron estas ayudas al Ministerio de Agricultura para compensar pérdidas que alcanzan ya los 1.500 millones de euros. El encarecimiento de los cereales, el pienso y el combustible, así como la imposibilidad de trasladar el aumento a los precios que cobran son los principales culpables de la situación.
Algunas asociaciones agrarias como la Unión de Campesinos de Castilla y León ya han confirmado que, pese al acuerdo alcanzado, mantendrán la convocatoria del jueves.
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