lunes, 26 de noviembre de 2007

Francia revive sus problemas de integración

Han pasado dos años, pero la historia parece repetirse en la periferia parisina. Ayer murieron dos menores de edad, al parecer de origen magrebí, al chocar la moto que conducían con un vehículo policial en Villiers-le-Bel, un suburbio a 20 kilómetros de la capital francesa. Una ola de violencia se ha desatado tras el suceso, y ya han ardido 20 coches y un par de comisarías han sido atacadas.

La violencia estalló también hace dos años cuando dos menores murieron electrocutados al intentar esconderse en la caseta de un transformador de alta tensión cuando huían de la Policía. Entonces, Francia padeció constantes episodios de violencia callejera que se extendieron durante tres semanas y que afectaron a la práctica totalidad de ciudades.



Estos episodios de tensión responden a un tipo de violencia de carácter expresivo (no instrumental). Así, el delito no funciona como un medio para obtener ventajas por cauces ilegales, sino que consiste, más bien, en la expresión del malestar por una situación concreta y en el afán de despertar el interés de la comunidad por una determinada problemática social. Todo ello, normalmente, sin gran premeditación.


La violencia giraba en torno a la problemática integración de los inmigrantes de segunda y tercera generación en la sociedad francesa. Hoy los problemas resurgen. ¿Qué ha cambiado realmente en Francia en estos dos últimos años en materia de inmigración e integración?


- Ministerio de Inmigración, Integración, Identidad Nacional y Codesarrollo. Este Ministerio nació a mitad del presente año en medio de la polémica. 200 intelectuales criticaron abiertamente el nombre escogido, al considerar que "antepone dos conceptos que no tienen nada que ver (inmigración e identidad nacional), lo que da lugar a amalgamas peligrosas", según el historiador Gérard Noiriel.


- Nueva ley para el control de la inmigración legal. Los diputados galos aprobaron un nuevo proyecto de ley que impone fuertes restricciones a la reagrupación familiar, a través, por ejemplo, de controles genéticos. Además, los candidatos a la reagrupación deberán aprobar un examen de conocimiento de francés y de los "valores" de la República. El inmigrante que quiera llevar a su familia a Francia deberá tener ingresos salariales iguales o superiores al salario mínimo. Estas medidas se incluyen en los proyectos de "inmigración selectiva" que propone Sarkozy.


- La inmigración irregular. El ministro de Inmigración, Brice Hortefeux, ha declarado la guerra a la inmigración irregular. Prometió "el alejamiento" de 25.000 inmigrantes en situación irregular durante el año 2007. Según sus palabras, los extranjeros indocumentados "no tienen la vocación de permanecer en Francia, sino de ser devueltos a sus países de origen de forma voluntaria o forzada". Zapatero y Sarkozy mantuvieron una disputa sobre la conveniencia de las regularizaciones masivas de inmigrantes.


- Fondo de ahorro del codesarrollo. Entre los apartados del nuevo proyecto se incluye la creación de un fondo de ahorro del codesarrollo y la regularización de trabajadores inmigrantes en profesiones o regiones con mayores demanda de mano de obra. Estas dos han sido las medidas más aplaudidas por la oposición.


- Rachida Dati. Rachida Dati fue nombrada ministra de Justicia en mayo de 2007. Es la primera mujer de origen magrebí que ocupa un cargo tan alto en la Administración francesa.


DEBATE: ¿Crees que estas medidas son suficientes para favorecer la integración de los inmigrantes? ¿Estás de acuerdo con la política francesa en materia de inmigración?

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