miércoles, 28 de noviembre de 2007

Detenido en Francia un asesino en serie de homosexuales

Francia se ha despertado con la detención de uno de los asesinos en serie más importantes de su historia. Se trata de un transformista sexagenario, al que se le acusa de la muerte de 18 personas, en su mayoría homosexuales.

El arresto se produjo ayer en el domicilio del asesino, en Mulhouse, al noroeste de Francia. A estas horas, el acusado, Nicolás Penard de 68 años, se encuentra declarando en la comisaría de Montbéliard, según informan fuentes judiciales. La policía francesa ha interrogando a diez personas del entorno del anciano, para tratar de esclarecer los hechos.

Los asesinatos por los que se le acusa se produjeron, entre los años 1980 y 2002. Durante este tiempo, cuatro cuerpos fueron encontrados en el Franco condado , tres en la región parisiense y el resto en la zona de la Alsacia. Todos presentaban fuertes signos de violencia, golpes en la la cabeza y navajazos.


Nicolas Penard está acusado de matar a 18 homosexuales

El supuesto cómplice

Además, la policía cree que el transformista no actuó sólo y tiene un cómplice. Hasta la comisaria de Montbéliard han trasladado a Slim Fezzani de 43 años, al que se le acusa de encubrir y colaborar en el asesinato de las 18 personas. El supuesto cómplice de origen tunecino, cumple condena en la actualidad, por el asesinato de un agente de seguros en 1999, en la ciudad de Riedisheim. La policía siempre sospechó que el tunecino no había matado sólo al agente pero nunca lograron saber quién era su cómplice. Ahora las piezas de este puzzle sangriento empiezan a encajar.

Asesino y cómplice eran amantes

Al parecer, tanto el asesino como su cómplice, eran conocidos por frecuentar locales homosexuales y por trabajar en diferentes cabarets especializados en espectáculos de trasformismo. Además, algunas fuentes desvelan que eran amantes.

El trastorno del asesino

"Estamos ante un caso de psicopatía combinada con sadismo, fetichismoy parafilia. Probablemente él mismo sea homosexual y tenga un trastorno de la personalidad. Su afinidad con el cómplice es patológica y no veo ninguna posibilidad de curación", opina Xud Zubieta, sexólogo de soitu. Además, los expertos creen que en estos casos los asesinos no experimentan sentimiento de culpa.

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