jueves, 22 de noviembre de 2007

Los conductores temerarios tienen mucho que temer


Se han convertido en un complemento habitual de nuestra mano....







Sin embargo, el uso del teléfono móvil mientras se ejerce el papel de peatón puede jugarnos malas pasadas. Las diferencias entre comportamientos cívicos y los que no lo son, las encontramos en estas imágenes...










Muchos vulneran las normas reiteradamente, cruzan las calles haciendo caso omiso a los pasos de peatones o ignoran una luz roja que los deslumbra a su paso, se llama semáforo.

En la jornada en la que el Congreso ha aprobado la reforma del Código Penal en materia de seguridad vial -con penas de cárcel para los conductores temerarios-, los peatones circulan a sus anchas por las calles de la ciudad sin recibir apenas castigo.



Dice la Dirección General de Tráfico que la mayoría de accidentes provocados por peatones se registran en los cascos urbanos. Por eso, son los diversos ayuntamientos los que tienen que poner cartas en el asunto para luchar contra este tipo de comportamientos propios de viandantes suicidas.

Algunos consistorios ya se han sacado un as de la manga, aunque el juego de cartas no haya resultado muy productivo. El último fue el Ayuntamiento de Barcelona, donde desde el pasado mes de septiembre una ordenanza municipal prohibe caminar por el carril bici. También otras ciudades del norte de España como Bilbao o San Sebastián han sancionado en contadas ocasiones las imprudencias de los viandates.


Los que sí tendrán que hacer frente a cuantiosas multas e incluso a penas de cárcel antes del puente de la Constitución, serán los conductores que se pongan al volante bajo los efectos del alcohol o las drogas o los que superen los límites de velocidad establecidos.



Con la reforma del Código Penal en la mano, se podrá mandar a la cárcel a los conductores temerarios que superen en 60 kilómetros por hora la velocidad permitida en vía urbana o los 80, en vía interurbana.

También se situan en el punto de mira los atrevidos que conducen sin carné. Los que no han pisado una autoescuela en su vida, podrán caer entre rejas. En España existen más de 30.000 conductores que cumplen este perfil.

Pero el endurecimiento de las penas puede caer en papel mojado, ya que un condenado a menos de 24 meses de carcel no ingresará en prisión si carece de antecedentes penales.


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