lunes, 12 de noviembre de 2007

La repercusión de Democracia Nacional

Democracia Nacional quedó en las últimas elecciones generales por detrás del Partido Humanista, el Partido Cannabis por la Legalización y Normalización, o el Partido Familia y Vida. Sin embargo, la repercusión mediática del grupo ultraderechista está muy por encima de la del resto. Uno de los motivos es la recurrente asociación que aparece en los medios entre sus actividades políticas y la violencia. Como ha ocurrido en el reciente asesinato de un menor antifascista en Madrid. Otro de los motivos es la polémica figura de su actual presidente Manuel Canduela.


Video con una de las canciones de División 250, antigua banda del dirigente de Democracia Nacional

El partido Democracia Nacional se ha desmarcado en su página web de toda relación con el asesinato de ayer. De hecho, el grupo expresa su "repudia y condena la violencia", al tiempo que "lamenta todas las muertes". Añaden que el suceso podría haberse evitado con mayores medidas policiales y dudan de que el presunto asesino perteneciera al partido, al tratarse de un soldado y tener prohibida cualquier filiación política. Así, concluyen: "Lamentamos todas las muertes, incluso la de nuestros adversarios políticos".

No es la primera vez en la que las actividades de Democracia Nacional se relacionan con la violencia. El año pasado, tras una reunión del partido en el barrio del Pilar de Madrid, tres jóvenes punks sufrieron una paliza a manos de cinco menores skinheads. La Fiscalía de Menores de Madrid relaciona a los agresores con Democracia Nacional y solicita un año y seis meses de internamiento para cada uno de ellos, según publica hoy El País.

El actual presidente de Democracia Nacional, Manuel Canduela, es un personaje con un pasado oscuro. Formó parte de Acción Radical, un grupo neonazi que fue ilegalizado en los años noventa por asociación ilícita. A este grupo se asocian muchos actos violentos, como la muerte de Guillem Agulló, un joven nacionalista catalán. Esta información está muy difundida en Internet. Por ejemplo, aparece en un artículo de Wikipedia que, curiosamente, fue modificado en la tarde de ayer. Manuel Canduela rechaza cualquier vinculación de Acción Radical con el asesinato del joven: "Es radicalmente falso que hubiese ningún vínculo entre esta asociación y la muerte del joven separatista catalán".

El único condenado por el crimen, Pedro Cuevas, cumplió cuatro años de cárcel (por reducción de condena) y se presentó en las pasadas elecciones autonómicas como candidato número cuatro de la lista de Alianza Nacional, otro partido de ultraderecha, en la localidad valenciana de Chiva.

En cualquier caso, el propio Canduela no niega la radicalidad de su grupo de juventud, y defiende su actual apuesta por la "moderación": "¿Desde cuando es criticable que una persona evolucione desde posturas juveniles radicales a otras más moderadas y democráticas?". Canduela también cuenta en su currículo con una estancia de dos meses en la cárcel y con la pertenencia a una de los bandas musicales más celebradas entre los skinheads españoles: División 250 (así se conocía a la División Azul). En la discografía del grupo aparecen canciones como "España nos pertenece" o "Furia inmortal" (una canción que arranca así: "Dicen que todos son iguales. Tú sabes que no").

Dentro del propio partido, el liderazgo de Manuel Canduela ha sido contestado desde algunos sectores. 50 afiliados de Democracia Nacional dirigieron una carta al dirigente en la que criticaban el "sectarismo" de su gestión y pedían la dimisión del equipo directivo.


La principal reivindicación política del grupo es la defensa de la unidad de España. Esto incluye una visión muy negativa del fenómeno de la inmigración, que se refleja en uno de los carteles elaborados por Democracia Nacional (copia del polémico modelo que ya se difundió en otros países europeos y que fue tildado de xenófobo). Para conocer sus argumentos políticos, puede encontrarse un decálogo de principios en su página web.

1 comentario:

Conde Broken dijo...

Este blog parece muy serio ¿no?