lunes, 12 de noviembre de 2007

Los locos de las motos

Existen moteros de todos tipos y se podrían hacer mil catalogaciones. Según Manuel Escudero, psicólogo de profesión y motero por afición, atendiendo al perfil psicológico, podrían dividirse en:





1.El motero sensato. Tiene cierta experiencia. Puede usar la moto como medio de transporte habitual o para viajar los fines de semana en busca del contacto con la naturaleza. Pero de un modo tranquilo. Como un medio más. Corren lo justo. Alguna que otra tumbada, pero sin riesgos. Suelen usar una moto con postura cómoda, tipo naked. Si tienen un poder adquisitivo alto, se compran una BMW o una Honda Goldwing, que siempre da cierto estatus.


2.El motero prudente (que no es el mismo que el sensato). Respeta a tope los límites de velocidad. Nunca cometerá una imprudencia. Le gusta el paseo tranquilo, relajado. También viaja, pero prefiere una postura más cómoda y menos aerodinámica. Las custom son ruteras, aunque muchos piensan que son puro escaparate. Quedan muy bien en la puerta del bar. Dentro de éstos, los más elitistas serían los amantes de las Harleys, con toda su parafernalia.



3.El motero radical. Sólo busca velocidad. Y lo malo es que no siempre la experimenta en los circuitos, donde debería. Suelen tener entre 25 y 30 años y son amantes de las motos Racing (de carreras). Creen tener excesivo control y a veces se pasan. Suelen dedicar gran parte de sus sueldos a su “máquina”. Los modelos más comunes son la Suzuki GSX-R o la Honda CBR. Muchas veces se compran la moto sólo para ligar. Cuanto más alto es el caballito más mola uno. Pura apariencia. Puro peligro.


4.El motero “quiero y no puedo”. No tienen dinero para una moto más potente. Pero está claro que les gustaría. Se conforman con una de 50 o de 125. Pero, eso sí, megatrucada. Son los más imprudentes y practican el serpenteo entre coches. Un peligro para los espejos retrovisores y para los que abren la puerta sin mirar por los mismos.

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