La tradicional imagen del inspector de Hacienda, oscuro, taciturno, dispuesto a clavarte en cuanto cometas el más mínimo error con tu declaración, pero que le baila el agua a los ricos, sigue vigente. Las inmobiliarias y constructoras campan a sus anchas por los tortuosos caminos fiscales -sobre todo si facturan entre 1,8 y 6 millones de euros- y los profesionales liberales autónomos sin escrúpulos desgravan hasta los regalos de cumpleaños de sus hijos.
Y no lo dicen los contribuyentes, lo denuncian los propios Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) en el congreso nacional que celebran esta semana en Málaga. A su juicio, la Agencia Tributaria (AEAT) tiene objetivos "poco ambiciosos" con las grandes fortunas -especialmente las empresariales- y controla "de forma masiva" los incumplimientos de todo hijo de vecino que tenga una nómina.
De lucha para que aflore la economía sumergida nada de nada. La prueba está en el dinero negro que se lava con operaciones inmobiliarias (una de las causas de que existan tantos billetes de 500 euros en circulación en España). Según la asociación de inspectores fiscales sólo se investiga el origen del 0,03% de este tipo de papel moneda, que, por cierto ¿de que color son? No he tenido en la mano ninguno.
Las aduanas también se salvan de la estricta vigilancia de las autoridades tributarias. El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, explicó a Gallinejas que son "un auténtico coladero de mercancía de todo tipo procedente de terceros países". Aunque la normativa comunitaria "recomienda revisar el 5% de los productos que entran en España por vía oficial".
"Sólo el 0,8% y el 2,2% de las importaciones de dentífricos y juguetes, respectivamente, que vienen de fuera de la Unión Europea, fueron sometidos al control físico por los funcionarios de la Dirección General de Aduanas durante la primera mitad de 2007, lo cual demuestra que los filtros de control y seguridad son insuficientes", asegura Mollinedo.
Luego pasa lo que pasa. El pasado verano, el Ministerio de Sanidad y Consumo retiró múltiples envases de estos productos procedentes de países africanos y asiáticos al estimar posibles riesgos contra las personas. Con el dinero, pase, pero con la salud no se juega.
1 comentario:
Lorens, está bien, pero me parece que la entradilla es un poco larga para llegar al meollo de la cuestión. ¿qué tal algo así como "los inpectores de hacienda siguen con la mano blanda para los ricos o profesionales liberales". Así al menos los afirman.....
es una posiblidad más directa, que el rollo del inspector siniestro ¿no?
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