“Chequeo médico” es el nombre que la Comisión Europea le ha dado. Eufemismos aparte, la UE destinará menos dinero a los agricultores. Con la metáfora “balance de salud”, la comisaria de Agricultura y Desarrollo Rural, Mariann Fischer Boel, ha presentado hoy la propuesta de reforma de la Política Agraria Común (PAC).
Si la iniciativa prospera, las ayudas se reducirán más aún a partir de 2010, hasta alcanzar un 13% en 2013. Los grandes propietarios agrícolas sufrirán importantes recortes de sus subvenciones. Según Fischer, España no sería de los países más afectados por esta medida, mientras que Reino Unido, República Checa y Dinamarca se llevarán la peor parte.
Los grandes propietarios serán los más afectados por los recortes de la nueva PAC /EFESin embargo, el anuncio del ejecutivo europeo ya ha levantado ampollas entre los agricultores españoles. Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) ha afirmado que las propuestas de Fischer son un “varapalo a los intereses agrarios europeos”, que se mantiene “la política de progresivo desmantelamiento” y que se abandona “la lucha por obtener fondos adicionales para acometer nuevas medidas”.
Los agricultores que reciban más de 100.000 euros, sufrirían una reducción del 10%. Este porcentaje será de un 25% y un 45% para las subvenciones de más de 200.000 y 300.000 euros respectivamente.
La idea es que con todo el dinero que se ahorre la UE pueda financiar otros proyectos vinculados al medio rural que no se limiten única y necesariamente a la producción agrícola.
El documento propone también la eliminación progresiva de las cuotas de producción de leche, la abolición del abandono obligatorio de los cultivos, la supresión de la intervención que garantiza precios de compra de los cereales a los agricultores y el aumento de la superficie mínima con derecho a ayuda, actualmente fijada en las 0,3 hectáreas.
Las líneas maestras del documento presentado continúan la tendencia de la revisión que experimentó esta política en 2003. A partir de aquel año, las ayudas a los agricultores dejaron de depender de los volúmenes de producción y pasaron a dividirse en un porcentaje por cantidad producida y otro por tierra cultivada.
Las iniciativas presentadas hoy en Bruselas deberán ser consultadas con los países miembros de la UE y los sectores implicados, que no será moco de pavo. A partir de ahí, se espera que "el cheque" se traduzca en propuestas legislativas a lo largo del próximo año.
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