El nuevo Bilbao post Guggenheim se está construyendo a golpe de arquitectos estrella: Gehry, Foster, Pelli, Ferrater, Calatrava, Isozaki, Zaha Hadid, Jean Nouvel... Y claro, son tantos, que alguno puede salir díscolo. Es el caso de Calatrava. El arquitecto denunció en febrero al ayuntamiento de Bilbao y a dos empresas constructoras por haber añadido sin su consentimiento una prolongación a la pasarela 'Zubizuri', realizada por él e inaugurada en 1997. Calatrava pidió 3 millones de euros o el derrumbe de la ampliación como indemnización por atentar contra su derecho a la propiedad intelectual. Hoy el juzgado de lo mercantil de Bilbao ha dado la razón al consistorio bilbaíno y ha desestimado la demanda. El interés público, asegura el juez, prima sobre el derecho a la propiedad intelectual.
La polémica pasarela, que une las dos orillas de la ría, ha sido una caja de ruido desde el primer día. Los baldosines de vidrio en una ciudad lluviosa como Bilbao no fueron el mejor de los materiales para evitar el resbalón cotidiano. Las quejas de los vecinos se sucedían. Y tras la lluvia llegó el frío, que empezó a agrietar las losetas. Las reparaciones salieron por un pico, pero el alcalde, Iñaki Azkuna, tan contundente siempre, se quedó de brazos cruzados. No pidió explicaciones públicas al arquitecto ni animó a los vecinos que denunciaran los resbalones.
Calló entonces lo que voceó después -una vez Calatrava ya había interpuesto su denuncia-: aquella pasarela era "la de los morrazos". Algunos vecinos respiraron aliviados. Por fin se iba a hacer saber al arquitecto que su pasarela no solucionaba con efectividad el cruce de la ría. Y a partir de aquí se abrió la caja de Pandora y comenzó una guerra de egos entre el alcalde de Bilbao y el arquitecto valenciano. Por el momento es éste último quien sale perdiendo, aunque desde el ayuntamiento de Bilbao tampoco cantan victoria puesto que Calatrava aún puede recurrir.
Las cruces de Calatrava
La pasarela 'Zubizuri' no es la única loseta resbaladiza en el camino de Calatrava. A pocos kilómetros de Bilbao, en Loiu, está el aeropuerto que da servicio a la ciudad. Proyectado por el arquitecto valenciano aún sufre remodelaciones (iluminación, accesibilidad) para adaptar el espacio a su función.
Valencia, cuna del arquitecto, también tiene roces con uno de sus hijo predilectos por la inundación del Palau de les Arts.
El puente de Venecia que ideó el arquitecto también ha estado envuelto en la polémica en sus 11 años de gestación. Primero 'olvidó' incluir accesos de minusválidos en el puente. Después la constructora se quejó de que el puente podía hundir las orillas del canal. Y todo esto entre las quejas por el enorme desembolso que ha supuesto la obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario