Ahí estaba él, entre los grandes. Juntos, soñaron con una Europa distinta; Formaron un trio alternativo al de las Azores y dieron la espalda a la guerra de Irak, distanciándose de un Bush atónito y mosqueado.
Pero esta imagen ya es historia. Hoy la realidad es muy diferente, y mucho más complicada para Zapatero.
Cambios...
El alemán Gerhard Schröder fue el primero en decir adiós. En 2005 el líder del Partido Socialdemócrata de Alemania pasó el testigo a la presidenta de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania, Angela Merkel, que tomó las riendas de la cancillería Federal. La política exterior cambió radicalmente, aunque Merkel, Angie para los amigos, se dejó querer por su homólogo francés, Jaques Chirac, durante una temporada.
Pero a Chirac también le llegó la hora. Dos años más tarde, pero le llegó. En mayo de este año Nicolás Sarkozy llega al Eliseo y lo primero que hace es viajar a Berlín para entrevistarse por la canciller alemana. El eje franco-alemán brillaba de nuevo.
Menos brillo se notó en la mirada de Zapatero. No es ningún secreto que el presidente español y el francés se observan con recelo y, aunque a veces se pongan así de cariñosos...
... es evidente que la relación entre Francia y España no pasa por su mejor momento. Seguramente Sarkozy no se ha olvidado del apoyo que el español brindó a su rival, la mediática Segolene Royal, antes y durante la campaña de las presidenciales. Del mismo modo, el hoy presidente de la república gala no ha escondido nunca su preferencia por el PP.
...y reconciliaciones
Los antiguos amigos no tardan en aliarse con el antiguo enemigo.
Así, mientras Bush le hace masajitos a la Merkel, Zapatero recibe una y otra vez los desplantes de la Casa Blanca.
Hoy es Sarkozy quien puede decir eso de "Bush is my friend". El presidente francés se encuentra en su primera cita oficial a Estados Unidos donde mantendrá un encuentro de cuatro horas con George Bush. Precisamente el gesto ha sido interpretado como una mano tendida al texano, de capa caída por la crisis que atraviesa su administración.
Sin Estados Unidos, y sin Francia y Alemania, se avecinan días inciertos en la política internacional española. Para bien o para mal, el mundo es un gran tablero de ajedrez en el que a Zapatero le toca mover ficha. ¿Cuál será el siguiente movimiento?
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