martes, 13 de noviembre de 2007

'Terminator'... ¿el salvador de los espectadores?

Arnold Schwarzenegger es hoy gobernador de California. Antaño fue actor de cine, preferentemente de películas de acción. También perteneció al sindicato de actores. Hoy, preocupado por el impacto económico que supone la huelga de guionistas en su Estado, se ha convertido en mediador entre los que protestan y los productores. Le acompaña el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, que antes de político fue mediador laboral. Ni los guionistas confían en 'Terminator' porque se ha hecho rico y político a costa de los estudios. Ni los productores en Villaraigosa, con un pasado de reivindicaciones laborales.




Arnold Schwarzenegger fue Terminator en 1984

No sabemos si lo hará como el 'cyborg' de la película que le hizo famoso. Si será contando 'Mentiras Arriesgadas'. Si habrá algún 'Daño colateral'. O a lo mejor se presenta como héroe a lo 'Conan, el bárbaro'. El caso es que la nueva peli de Arnold se va a llamar 'El negociador' (parte II), sustituyendo a Samuel L. Jackson, el de la primera versión. Según el gobernador, los auténticos perjudicados con esta huelga son los miembros de los repartos y los equipos técnicos. Ellos sí perderán sus trabajos si se empiezan a paralizar producciones.



Schwarzenegger dice que ni los ejecutivos de las productoras, ni los líderes sindicales, ni los guionistas “van a sufrir” ya que todos “tienen dinero”. Mientras tanto, los que 'tienen' dinero y piden más se manifiestan delante de la 20th Century Fox y la Fox, justo donde están los que más dinero tienen. “Estas compañías no pueden sobrevivir durante mucho tiempo sin nosotros”, afirma Seth MacFarlane, creador y productor ejecutivo de la comedia de dibujos animados 'Padre de familia”. Se ha convertido, por su desafío, en un icono de la causa de los escritores. Si Terminator consigue resolver este entuerto, en la próxima gala de la academia le dan el Óscar honorífico, ése que nunca ganó.

1 comentario:

Unknown dijo...

Luis, te has pasado con los ojos, no es mi tipo