Honrarás a tu padre y a tu madre. Salvo que te quiten la Play. Entonces les puedes soltar dos tiros. Si no te quieres manchar las manos o no tienes edad legal para comprar un arma, puedes contratar a un sicario que te haga el trabajo sucio. A lo mejor José Rabadán se anime a echarte una mano ahora que está libre (pasó seis años en la cárcel por asesinar a sus padres y una hermana con una katana). Pero ojo, que ya no te puedes fiar ni de tu madre. Quizá ella haya preparado una operación encubierta para cazarte in fraganti. Aunque claro, si eres capaz de pagar a alguien para que mate a tus padres, deberías esperar que tu madre trame un contragolpe. De raza le viene al galgo, ¿no?
Éste es el caso de los Troiano, en Maryland (Estados Unidos). El 2 de junio, Cory Ryder, de 16 años, fue detenido. Su madre, Shannan, había sido más astuta. Encerrado en un reformatorio en espera del juicio, el pequeño escribió dos cartas a su madre. En la primera le decía que la quería mucho. En la segunda, "gracias por todo lo que has hecho por mí". De bien nacidos es ser agradecidos. Su madre debe de estar orgullosa.
El viernes pasado fue el alegato de la defensa. Cory se declaró culpable. La pena máxima que le puede caer es prisión hasta los 21 años, porque se le juzgará como juvenil (a pesar de que la propia madre pidió que se le tratara como un adulto). En los juzgados de St. Mary, en Leonardtown (Maryland), no quieren dar más información. Aun así, el diario Telegraph recogió algunos argumentos de la defensa. Culpan a los padres de no haber hecho bien su tarea. También achacan cierta responsabilidad a la televisión.
Ángel Marín, psicólogo clínico, distribuye las culpas de forma muy parecida. Explica, por un lado, que se confunde fantasía y realidad por culpa de las películas. Por otro lado, según él en la adolescencia hay un conflicto normal con los límites paternos. La típica discusión con los padres: déjame llegar más tarde, déjame beber, déjame que te mate...
Parece que el pequeño Stewie (de la serie Padre de Familia)está creando escuela/Fotograma del capítulo 2.2
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