Una ex profesora de primaria ha sido condenada a 200 horas de trabajo comunitario en Inglaterra por suministrar hachís a sus hijos. Esta mujer, de 43 años, descubrió que sus hijos fumaban porros. Entonces, decidió ofrecerles el hachís para evitar que lo compraran en la calle, y así no entraran en contacto con las drogas duras y el crimen. Este hecho se produjo cuando sus hijos contaban con 16 y 18 años. Así pues, la finalidad de Nicola Cooper, que así se llama la ex profesora, según cuenta, era el de proteger a sus hijos a través del consumo responsable de drogas. ¿Crees que es ésta una forma real de proteger a unos hijos?
En contra:
Un argumento en contra de la actitud de la ex profesora inglesa procede del Plan Nacional sobre Drogas. Según la portavoz del organismo, "la conducta de la madre es absolutamente reprochable". Para ella, las drogas deben afrontarse desde una estrategia de tolerancia cero, pues están demostrados los efectos negativos del consumo de hachís. Este hecho resulta más grave tratándose de adolescentes, quienes son más vulnerables a los efectos tóxicos de las drogas, según un estudio que cita la portavoz. Además, reivindican la inexcusable responsabilidad de la familia para mantener alejados a los hijos de las drogas.
A favor:
Energy Control es una organización que defiende el consumo responsable de drogas. Una de sus actividades consiste en desplazarse a las puertas de las discotecas y analizar los contenidos de las pastillas de éxtasis que llevan algunos jóvenes, para que sepan qué sustancias se meten realmente en el cuerpo. Su coordinador en Madrid, Eduardo Hidalgo, entiende la actitud de la mujer inglesa y la razona desde tres puntos de vista: es una forma de controlar la calidad de la droga, de mantener a los hijos alejados de entornos negativos y de educar en el consumo de hachís. "Es una postura educativa y no meramente punitiva", asegura Hidalgo, que es psicólogo, experto y máster en drogodependencias.
En cuanto a la edad de los hijos de la ex profesora, asegura que normalmente a los 16 ó 18 años ya se tiene plena capacidad de decisión, aunque el consumo en tal caso debe ser más prudente y moderado. Hidalgo también cita un estudio que asegura que hay adolescentes que fuman hachís y a la larga están mucho más integrados en la sociedad que un buen número de abstemios.
Las cifras:
Según datos del Plan Nacional sobre Drogas en 2006, un 36,2% de los estudiantes de enseñanzas secundarias han consumido cannabis en alguna ocasión. Por contra, un 20,1% lo habían hecho durante los 30 días anteriores al estudio. ¿Prohibicionismo o consumo responsable? Deja tu comentario.
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