lunes, 8 de octubre de 2007

¡Dejen en paz a Claude Monet!

Si Monet levantara la cabeza tendría un ojo morado. Y es que cinco vándalos desgarraron de un puñetazo uno de sus cuadros en el Museo d'Orsay durante la madrugada del sábado, en la Noche en Blanco parisina. Parece que la gente la ha tomado contra el más impresionista de los pintores, pues durante el mes de agosto unos encapuchados robaron un cuadro de Monet en un museo de Niza. La ministra francesa de Cultura, Christine Albanel, ha pedido hoy sanciones más duras contra el vandalismo en el arte.

Le Pont d'Argenteuil, obra de Monet que fue atacada por los vándalos

Las autoridades francesas aseguran que los vándalos de Orsay actuaron movidos por el alcohol. Las agresiones artísticas se han explicado siempre desde diferentes ángulos:


En el nombre del arte. Jubal Brown, ex estudiante de arte en Canadá, vomitó en 1996 sobre un cuadro de Mondrian en el Museo de Arte Moderno de Nueva York al considerarlo añejo, obediente y sin vida. En la actualidad, Jubal Brown es considerado un influyente artista punk multimedia del colectivo FameFame. Parece que el vandalismo en el arte vende bien.


La enajenación mental. Uno de los actos más famosos contra el arte es el que protagonizó en el año 1972 un geólogo perturbado, quien la emprendió a martillazos contra La Piedad de Miguel Ángel al grito de "¡Soy Jesucristo!".


El amor. Un tribunal francés juzga mañana a una mujer de 30 años que dejó una mancha de carmín al besar un cuadro de Cy Twombly en una exposición en Avignon. En su defensa argumenta que aquella acción no fue un acto de vandalismo sino una muestra de amor.


Supervivencia. En el año 1956 un vagabundo lanzó una piedra a la Mona Lisa. El vándalo quería ser encarcelado porque en la calle pasaba mucho frío y no tenía lugar donde refugiarse.


Sin razón aparente. En 1976 Christopher D'Arcangelo, un enigmático-artista-anarquista estadounidense, visitó el Museo Louvre de París, descolgó un cuadro, lo dejó en el suelo y se fue sin mediar palabra.


El compromiso social. En 1974 el 'Guernica' fue agredido en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. En protesta por el perdón oficial concedido a los responsables de una matanza en la aldea vietnamita de My Lai, Tony Shafrazi escribió con un spray rojo sobre el lienzo de Picasso la frase "Kill All Lies" ("Muerte a todas las mentiras"). El aerosol se podía limpiar con facilidad, lo que unido al barniz que cubre la pintura, logró evitar grandes daños. Así, la acción no tuvo grandes consecuencias y el propio autor ha llegado a ser un importante galerista en Nueva York. Parece que el vandalismo en el arte vende muy, pero que muy bien.

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