martes, 30 de octubre de 2007

Colmillos afilados ante la comparecencia de Zapatero

La oposición (particularmente la catalana) venía con ganas de marcha. Calentando motores ante la comparecencia del presidente para explicar la situación de las infraestructuras ferroviarias en Cataluña, que se celebrará mañana a las 16.00 en el pleno del Congreso, los portavoces de los grupos parlamentarios desfilaron hoy en rueda de prensa pidiendo uno a uno la cabeza de Magdalena Álvarez. Y en bandeja de plata.

Un artículo publicado por José Luis Rodríguez Zapatero en La Vanguardia, que llevaba como título Rendir cuentas, les había dejado con ganas de hablar. Y es que aquí nadie ve que se haya rendido ningún tipo de cuenta.

Mientras que el portavoz de ICV, Joan Herrera, calificó la declaración de “retórica”, “falsa”, “tardía” e “incoherente”, el de CIU, Josep Antoni Duran i Lleida, mostraba su indignación por la misiva del presidente, en la que aseguraba que las únicas quejas que le interesan son las de los ciudadanos.

Por su parte, el representante en el Congreso de ERC, Joan Tardà, advirtió de que su grupo exigirá al gobierno la transferencia inmediata de 250 millones de euros contantes y sonantes (así, sin anestesia ni nada) a Cataluña para poder paliar los perjuicios causados a empresarios y particulares a causa del caos ferroviario. Ah, y la dimisión o el cese de la ministra de Fomento, que se nos olvidaba...



Magdalena Álvarez, en el punto de mira de todas las fuerzas políticas / Fomento


Un mensaje común prevaleció por encima de las diferencias de partido: “Ya lo dijimos nosotros en su día y nadie nos hizo ni puñetero caso”.

Que si nosotros habíamos propuesto un plan de choque porque sabíamos que iba a ser un desastre (Herrera), que si nosotros no teníamos ninguna representación significativa en ninguna de las administraciones públicas en el momento en que se montó todo este tinglado (Tardà), que si nosotros ya decíamos que el AVE tenía que pasar por la Comarca del Vallés (Duran i Lleida), que si esto es la mayor chapuza de la historia de las obras públicas en España (Zaplana)... y un largo etcétera de reproches desgranados.

A pesar de todo, parece que la visita de Zapatero (a pie de socavón) a la recién estrenada zona cero del transporte barcelonés el pasado domingo ha tranquilizado los ánimos. Particularmente, el anuncio de que ya no se habilitará una estación permanente del AVE en Sants ha sido recibido con alivio entre los partidos catalanes.

Así, mientras el gobierno recula, el desaguisado continúa y miles de usuarios siguen sufriendo las consecuencias de la interrupción del servicio en tres líneas de Cercanías. Según anunció hoy el delegado del Ministerio de Fomento en Cataluña, Jordi Prat, su puesta en marcha no se reanudará hasta al menos el próximo día 5.

Pero la oposición, que espera a Zapatero con los colmillos afilados, no perdona. Tampoco el calendario ni los ciudadanos indignados, que acabarán haciendo ver al gobierno si las prisas por cortar las cintas de inauguración salen tan electoralmente rentables como cabría esperar.

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