La Alta Velocidad Ferroviaria tardará en llegar a la Ciudad Condal
La pretensión del PSOE de llevar el AVE a Barcelona, cueste lo que cueste, antes del próximo 21 de diciembre y aumentar así sus apoyos de cara a las eleccciones de marzo parece haberse esfumado. La causa es el caos sufrido por el servicio de Cercanías de Cataluña en las últimas horas. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, deja sin Reyes Magos a muchos usuarios que esperaban utilizar los trenes de Alta Velocidad para reunirse con sus familiares durante las vacaciones de Navidad, tal como prometió el presidente del Gobierno.
Con una sonrisa, muy lejos de las actitudes desafiantes que han caracterizado las intervenciones públicas de Doña “Maleni” (por este apodo cariñoso la conocen sus amigos), la ministra admitió que la llegada del AVE a la Ciudad Condal corre serios riesgos de sufrir un nuevo retraso -el anterior responsable de Fomento durante el último Gobierno popular, Francisco Álvarez-Cascos, prometió el fin de las obras para 2004-. La razón que esgrime ahora el Ejecutivo es “la seguridad de los usuarios”.
Álvarez desveló sus preocupaciones tras reunirse con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. El objetivo del encuentro era ofrecer un convenio de colaboración para la construcción de carreteras, aunque la responsable autonómica pretendió, sin éxito, negociar el traspaso de la gestión de las Cercanías madrileñas.
La ministra desvió la atención sobre la petición de Aguirre, al acusar a la constructora OHL de presunta negligencia en las obras del AVE a Barcelona. El grueso de las explicaciones se centró en la investigación abierta para delimitar la responsabilidad de la empresa que dirige Juan Miguel Villar Mir en los incumplimientos de los plazos, lo que está afectando al funcionamiento de las líneas de trenes regionales.
No es la primera vez que el Gobierno apercibe al presidente de OHL. Villar Mir es, también, el máximo responsable de Ramsa, una corporación que está enfrentada con el departamento de Álvarez por la expropiación de unos terrenos en Galicia. Las obras que llevarán la Alta Velocidad ferroviaria al territorio gallego están paralizadas a pesar de las reiteradas quejas de la Xunta.
De la Vega dice que "no pasa nada"
Como conclusión de este esperpento, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, declaró que si el AVE no llega a Barcelona en la fecha estipulada "no pasará nada". En la oposición, el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Eduardo Zaplana, acusó a la ministra de "incompetente" y puso más carbón en la caldera de una locomotora que puede descarrilar antes de llegar a su destino.
"Maleni" quiere aguantar, al menos hasta que se celebren las elecciones. Por ello, volvió a descartar su dimisión haciendo gala de la tradición de no soltar el sillón, hasta que el presidente del Gobierno "diga lo contrario". La titular de Fomento no tiene el respaldo de los Grupos Parlamentarios -excepto del socialista- y esta circunstancia podría afectar a las decisiones de su departamento en los próximos meses.
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