Los narcos juegan al escondite

Cualquier objeto imaginable puede servir para transportar droga. La Brigada Central de Estupefacientes ha desmantelado en España tres laboratorios en los que se preparaba cocaína para su distribución, la cual llegaba desde Colombia escondida en caramelos y en tapicerías de sofá. La vigilancia de la Policía, cada vez más estrecha, obliga a los narcotraficantes a innovar métodos para transportar la droga sin levantar sospechas. Hasta el momento, algunos de los métodos más llamativos son el camuflaje de drogas en insectos o entre merluzas.

Los narcos utilizan submarinos para transportar las sustancias estupefacientes

Una de las innovaciones más recientes en el mundo del narcotráfico es el uso de insectos rellenos de cocaína. Un agente de aduanas holandés encontró, procedente de Perú, un cargamento de 100 insectos en los que habían introducido droga y a los que habían vuelto a cerrar con pegamento.

La alimentación es otro escondite habitual utilizado por los narcotraficantes. En Argentina, la Policía encontró cerca de 200 kilos de cocaína camuflada entre cajas de merluza congelada, en un envío que estaba destinado a España. Un ciudadano mexicano, por su parte, fue sorprendido con cerca de cinco kilos de cocaína que pretendía introducir en España escondidos en latas de conservas. Y otra mercancía de 349 kilos de cocaína fue encontrada, también en territorio español, entre pulpa de fruta congelada. Las bisagras para puertas, las guitarras, los palos de una hamaca y las enciclopedias han sido también utilizados para el transporte de droga.

Pero los departamentos de I+D del narcotráfico no se detienen en la búsqueda de nuevos escondrijos. También los traficantes buscan nuevos vehículos y medios de transporte. La aparición de un submarino abandonado en una ría gallega se atribuyó a la actividad de los narcos. La Policía colombiana ha encontrado en lo que va de año hasta nueve submarinos artesanales con capacidad para transportar hasta diez toneladas de droga cada uno.