miércoles, 31 de octubre de 2007

El protagonismo mediático de los medios

El Mundo prometía centrarse en las víctimas. No ha cumplido. Tras la lectura de la sentencia del 11-M, su versión digital destacaba que el Egipcio ha sido absuelto. Tampoco El País ha hecho especial caso a las víctimas o a los imputados. Siguen ofuscados en demostrar las mentiras de un gobierno que desapareció hace casi cuatro años. Para este diario lo más importante es que ETA no tuvo nada que ver con el atentado. La prensa extranjera sí resalta que ha habido culpables y que han sido condenados. Nuestros principales diarios siguen con sus rencillas particulares.



Pero para ofuscarse, la Cope. Desde la primera pausa que ha hecho el juez Javier Gómez Bermúdez han empezado a criticar la sentencia y ya no han parado. A Jiménez Losantos y su tropa de tertulianos les ha parecido increible que, sin saber qué eran exactamente los explosivos, se pudiera determinar con tanta claridad su origen. Además, según ellos, la confianza que el juez ha demostrado hacia la cadena de custodia abre "una vía para crear pruebas falsas en el futuro". Que Bermúdez ha querido quedar bien con las instituciones. Que no se ha atribuido autoría intelectual a nadie. En fin, un bucle de críticas que han repetido hasta sacar en limpio que el atentado no respondió a la guerra de Irak (con lo que eso implica en cuanto a la exculpación de ciertos políticos).

Puestos a exculparse, la Ser ha levantado la mano. Recordando en antena que les llegaron a acusar de "cómplices de los terroristas", la emisora se ha amparado en el "rapapolvo" a la conspiración para tomarse la revancha frente a la "infamia que han soportado" estos años.

Las cadenas de televisión, por su parte, se han quedado un poco más al margen de la guerra mediática. De hecho, alguna casi se queda al margen de todo el asunto. Telemadrid, tres minutos antes de que comenzara la lectura de la sentencia, presentaba una entrevista a los protagonistas de la comedia "Oviedo Express". Cuando ha concluído la sentencia, se han sumado a los programas de tertulia que la analizaban. Su principal comentario: no hay autores ideológicos, luego habrá que seguir investigando.

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