La aerolínea charter Girjet afirma haber sido una víctima del "buen samaritanismo" mal entendido de la ONG francesa Arche de Zoé que fue interceptada cuando trataba de trasladar a 103 menores africanos de El Chad a Francia, sin permiso de las autoridades del país.
Siete empleados de esta compañía permanecen retenidos en el país africano desde el pasado jueves a la espera de la negociación diplomática que defina su situación.
"A nosotros se nos informó de que teníamos que recoger a unos niños africanos que iban a recibir atención médica en Francia", ha explicado a Gallinejas el director de planificación de vuelos de la compañía aérea, Fernando Zarza.
Ahí es cuando, supuestamente, a la aerolínea le dieron la primera en la frente. Tras la detención de los cooperantes, éstos sostuvieron que los menores eran originarios de Dafur (Sudán) y que estaban a punto de volar rumbo a Francia para ser adoptados, pero en ningún momento se mencionó que se trataba de un traslado provisional por una cuestión médicosanitaria.
Claro que según el empleado de la aerolínea, este vuelo nunca hubiera llegado a su destino. Lo cierto es que ni siquiera habría despegado. El capitán del avión de Girjet y su tripulación tenían obligación expresa de comprobar que los menores portaban informes que demostraban que necesitaban atención médica, una documentación que "ni siquiera existía".
Con la ley en la mano
Otro hecho que presuntamente desvincula a la empresa española de la operación presuntamente ilegal de Arche de Zoé es que los españoles nunca llegaron a tener contacto con la ONG ni con los niños antes de la detención. "Fueron interceptados antes de llegar al aeropuerto", sostiene Zarza.
Según parece, ley ampara a la compañía. De acuerdo con la Convención de Varsovia, la compañía no se responsabiliza de los pasajeros hasta que no estén dentro del avión.
Por otro lado, Zarza ha dejado claro que el contacto con la organización gala fue nulo antes y después de que estallara el conflicto. De hecho, la contratación se hizo mediante un "broker aéreo" que se encargó de negociar las tarifas, la disponibilidad y el tamaño de los aviones que fueron alquilados.
Toda esta documentación ya está en manos de las autoridades españolas, que la han puesto a disposición las autoridades de El Chad.
"Por lo que sabemos, no están imputados por ningún delito", señala Zarza, quien se queja de la falta de información oficial. Los empleados de Girjet, que sólo pueden informarse del estado de sus compañeros a través de Internet, esperan "una rápida solución".
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