Hay un gran número de leyes que la gente se toma a risa. Por ejemplo, en Francia es ilegal bautizar a un cerdo con el nombre de Napoleón. En Ohio (Estados Unidos) es ilegal tener un pez borracho. En Florida (Estados Unidos) se puede castigar con la cárcel a las mujeres solteras que saltan en paracaídas los domingos. En Indonesia, la masturbación se castiga con la decapitación (aunque esta norma no es para tomársela a risa). Si en España hemos de buscar una norma de imposible cumplimiento, ésta puede encontrarse en el artículo 159.5 de la Constitución: "Los miembros del Tribunal Constitucional serán independientes e inamovibles en el ejercicio de su mandato".
La recusación se ha convertido en la varita mágica con la que los políticos pretenden hacerse dueños de la mayoría en el Tribunal Constitucional. Una mayoría que se ha vuelto escurridiza como una anguila. Hoy el PP ha anunciado que recurrirá contra tres de los magistrados progresistas del Alto Tribunal. Es la última novedad en un cruce de recusaciones con el que políticos y magistrados han roto la baraja y han hecho tambalear la credibilidad del Constitucional.
A este ritmo es muy posible que, a base de recusaciones, el Tribunal Constitucional se quede más vacío que el Congreso durante un discurso de Llamazares. Desde luego, si todas los recursos prosperan, el TC perderá el quórum y el bloqueo será total. Siempre se había hablado de la politización del órgano constitucional, pero nunca se había llegado tan lejos. Y es que nunca antes...
- Nunca antes el Gobierno había recusado directamente a algún magistrado.
- Nunca antes se había planteado una recusación con un fundamento tan débil como la que ha esgrimido el PSOE en el caso de García Calvo y Rodríguez Zapata, y como la que ha anunciado el PP en el caso de los tres magistrados progresistas. Es la opinión de Charo Serra, profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia.
- Nunca antes la prórroga en el mandato de un presidente del Constitucional había generado tanta conmoción como en el caso de María Emilia Casas. De hecho, el Pleno del órgano ya había prorrogado las presidencias de Francisco Tomás y Valiente o Alvaro Rodríguez-Bereijo, por lo que algunos consideraban que la prolongación se trataba de una norma no escrita.
¿Y tan mal lo había hecho María Emilia Casas como para negarle una prórroga en su mandato? Algunas voces expertas subrayan la eficacia de su gestión. Según Charo Serra, la primera presidenta del Constitucional ha sabido mantener la neutralidad exigible a su cargo. Ascensión Elvira, de la Universidad Carlos III, mantiene una posición similar y asegura que Casas ha dado una prueba de honradez al no tomar parte de la decisión sobre su continuidad. Se trate o no de una decisión exclusivamente política, la gran perjudicada en esta polémica es la justizia. Sí, con z de Zapatero y de Zaplana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario