Después del insti, manifa

Agenda:
17:50 Una partidita a la play
18:20 Chateo en el messenger
18:45 Preparar las pancartas y salir hacia la mani

Los jóvenes pasan de política. Les provoca desconfianza, indiferencia y aburrimiento, por este orden. Y aún así se manifiestan. Según un estudio del Observatorio de la Juventud el 58% de los jóvenes han participado alguna vez en una mani. Y el 32% estaría dispuesto a hacerlo. Paradojas de la vida, la mayoría de los adolescentes españoles dice que casi nunca habla de política.

¿Cómo llegan entonces los jóvenes a las manifestaciones? Pues según los psicólogos Javier Urra y Bernabé Tierno porque se dejan llevar por los adultos. Y no sólo por los líderes políticos. Los padres también pueden 'guiar' la actitud de los chavales. Eso sí, Urra asegura que esto no responde a un interés real. Y los datos que aporta hablan por sí mismos: el 7% se interesa por la política, el 6% por la religión y el 94% por la familia. Vamos, que la prioridad de los jóvenes está lejos del congreso de los diputados y la gresca política. O no tanto.

La crispación influye, dice Javier Urra. "Es un espejo de la realidad de los adultos. Las posiciones están más encontradas que en la transición y se ideologizan en un bando u otro sin saber por qué". Los jóvenes, dice Tierno, se creen todo lo que les dicen. Marga Gutiérrez, jefa de estudios del instituto Ramiro de Maeztu matiza esta afirmación. Hay una minoría de jóvenes, dice, que conocen perfectamente la situación política, profundizan en el tema y tienen ideas propias. El resto van detrás. "En estas edades tira más el grupo que los padres", explica Trini Piñero, jefa de estudios del instituto Príncipe Felipe de Madrid.

Los jóvenes pasarán de política, estarán desencantados y se dejarán guiar por los enteradillos del grupo, pero la realidad puntualiza esta información. En las juventudes socialistas, en los cuatro últimos meses ha aumentado en un 30% el número de afiliados. Y la media está entre los 16 y los 19 años. En el PP han notado más participación juvenil en las manifestaciones. Veremos si ahora que los políticos presumen de unidad los jóvenes les apoyan con su asistencia.